EL FRAUDE RESTA 800 MILLONES
La economía sumergida esconde todavía 12.000 empleos en Navarra
La Seguridad Social registró en verano 251.000 cotizantes de media, cuando la EPA deparó 263.000 ocupados
El fraude resta unos 800 millones entre impuestos y cotizaciones
El fraude resta unos 800 millones entre impuestos y cotizaciones
JUAN ÁNGEL MONREAL | OSKAR MONTERO - Sábado, 8 de Noviembre de 2014 - Actualizado a las 06:07h Ver noticia original en este enlace
Las labores del hogar esconden una parte del empleo sumergido. (OSKAR MONTERO)
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PAMPLONA - Alrededor de 12.000 personas trabajan en Navarra sin estar dadas de alta en la Seguridad Social. Es el resultado de contrastar los datos de la Encuesta de Población Activa con los de la afiliación a la Seguridad Social del pasado verano, que arrojan año tras año diferencias significativas. En algunos casos, de hasta casi 18.000 trabajadores.
Esto supone que cerca del 4,5% total del empleo de Navarra se encuentra sumergido. Una estimación que no tiene en cuenta el de aquellas personas que, con un contrato de trabajo registrado, compatibilizan esta actividad con otras que permanecen ocultas al sistema. O el de aquellas personas contratadas a tiempo parcial y que, en la práctica, desarrollan una jornada completa y cobran, por tanto, una parte en A y otra en B. De hecho, un estudio reciente cifraba en más de 40.000 puestos el equivalente a las horas de trabajo que no son declaradas. Y el propio Consejo Español para la Competitividad, que integra a algunas de las principales empresas españolas, estima que en España hay alrededor de 1,8 millones de empleos en B, que generan cerca del 11% del PIB nacional.
En la Comunidad Foral, la última Encuesta de Población Activa cifraba en 263.000 el número de personas ocupadas, una cifra que contrasta con las aproximadamente 251.000 que permanecían afiliadas a la Seguridad Social durante el verano, un periodo en que el número de cotizantes se fue incrementando de modo sostenido. Entre julio y septiembre se ganaron 1.030 afiliados, una tendencia ascendente que se mantuvo en octubre, a falta de conocer, en cualquier caso, los datos a último día del mes.
Esta diferencia entre una y otra estadística se reproduce tanto entre el personal asalariado como entre los autónomos. Así, la EPA refleja 212.300 asalariados, mientras que la estadística a la Seguridad Social no llega por término medio a los 205.000 en total. Y algo similar ocurre con la afiliación de autónomos, con poco más de 46.000 cotizantes y unos 50.700 ocupados no asalariados que arroja la EPA. Algunas actividades profesionales, el trabajo doméstico, el turismo y el sector agrario esconden buena parte de este fraude.
La situación no es nueva, y de hecho alcanzó proporciones especialmente llamativas a mediados del año 2010, cuando la diferencia entre las personas que decían estar trabajando y las que efectivamente cotizaban a la Seguridad Social alcanzó las 18.000 personas (unos 265.000 cotizantes y 283.000 ocupados). Más allá de las variaciones puramente estadística esta desproporción impulsó algunas de las medidas adoptadas a partir de 2011 y basadas en una colaboración entre la administración del Estado y la foral.
Denominado Plan de lucha contra la economía sumergida, en sus dos primeros años de aplicación permitió que aflorasen apenas 1.200 empleos, en torno a un 10% de los que, de media, arroja el cruce entre unos y otros datos. En el verano de 2012, al diferencia entre los cotizantes y los realmente ocupados ascendía a unas 15.000 personas, un escalón que se redujo hasta las 12.000 personas en 2013 y que se ha mantenido igual en el último año.
HASTA UN 20% Otros estudios, que tienen en cuenta una gama más amplia de actividades, elevan de manera sustancial el volumen de la economía sumergida en Navarra. Es el caso del que elaboraron Ignacio Mauleón Torres y Jordi Sardá Pons, catedrático y profesor, de Fundamentos de Análisis Económico de la universidades Rey Juan Carlos (Madrid) y la Rovira i Virgili (Tarragona), respectivamente.
El estudio incluye una estimación de la economía sumergida por regiones y se centra en su efecto en la Comunidad Foral de Navarra. En el periodo analizado, el peso de la economía sumergida en Navarra ha oscilado entre el 13% y el 18% del PIB, es decir, en casi todos los periodos analizados se sitúa hasta cinco puntos por debajo de la media estatal. Muestra sin embargo una tendencia al alza y cifraba en un 20% su estimación para el año 2014. Solo en Madrid el peso de la economía sumergida sería menor, mientras que en Andalucía alcanzaría hasta el 29,1% del PIB total.
Todo ello tiene una traducción en millones de euros: la economía sumergida supondría en torno a 3.000 millones de euros en Navarra, que dejaría de ingresar unos 800 millones entre impuestos y cotizaciones.
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